“¿SABEN LAS EMPRESAS QUÉ HACER CON TANTOS DATOS?” LA PERSPECTIVA DESDE LA PYME

Esto se pregunta JAVIER CORTÉS en un muy interesante ARTÍCULO publicado en la web de “EL PAÍS Retina”, donde es Redactor. Yo, además, me pregunto QUÉ HACEN LAS PYMES si apenas disponen de facilidades para hacer, siquiera, ese acopio.

Disponer de una ingente cantidad de DATOS no supone tener una ventaja: los datos “en bruto” no sirven para nada. De hecho, los datos no son nada hasta que se transforman en CONOCIMIENTO por el ser humano, directamente o por medio de algún ingenio suyo. Es entonces cuando se transforman en un ACTIVO INTANGIBLE DE GRAN VALOR. Pero ¿quién sabe dónde encontrar los datos? ¿Quién dispone de datos? ¿Quién tiene tiempo para analizarlos y convertirlos en conocimiento? ¿Y quién dispone de tiempo y recursos para ponerlos a trabajar? La PYME, con su agónica carencia de recursos, lo tiene MUY DIFÍCIL y se requiere mucho más que dinero para modificar esta situación.

“Algunas compañías no se han dado cuenta de que la información

que recogen no les aporta ningún valor

si no son capaces de procesarla y analizarla correctamente”

Javier Cortés

UN RESUMEN...

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No son los datos los que enriquecen nuestro conocimiento sino el ANÁLISIS que hacemos de ellos: su ordenación, comparación, correlación y estructuración. Solo cuando situamos los datos en el CONTEXTO DE LOS SISTEMAS que los han generado y entendemos el funcionamiento de dichos sistemas podemos decir que hemos creado e interiorizado conocimiento, AHORA YA DISPONIBLE PARA SER APLICADO.

Solo quien afronta esta ardua tarea está tiene la posibilidad de MEJORAR E INNOVAR; y lo que es más importante: de COMPRENDER Y CONTROLAR su propia actuación y la actuación ajena (sea humana o robótica). Algo para lo que la PYME está muy poco preparada, aún en el caso de que dispusiera de datos abundantes.

…Y UNAS REFLEXIONES

CREAR CONOCIMIENTO, una labor tan apasionante como laboriosa; tan enriquecedora como compleja. Yo me pregunto cómo se puede hacer el necesario acopio de datos y digerir la avalancha de información en la PYMES si ya le falta tiempo y recursos para cosas tan básicas, por ejemplo, como capitalizar su gestión, crear equipos humanos competitivos o diseñar su futuro.

Es cierto que se está desarrollando toda una serie de herramientas para adelantar el trabajo, pero EL CONOCIMIENTO ÚTIL ES EL QUE ESTÁ EN LA MENTE DE QUIEN TOMA DECISIONES, y quien toma decisiones no llegará muy lejos si no ha analizado detenidamente los datos y ha interpretado con ellos la realidad. En otras palabras, las herramientas que se están creando nos adelantan parte del trabajo, pero hasta ahora solo el trabajo más sencillo, por muy laborioso que sea. Tal vez podamos, algún día, llegar a disponer de herramientas que hagan todo el trabajo pero nos olvidamos de que, en este caso, serán las herramientas (la Inteligencia Artificial, más concretamente) las que tomen decisiones: QUEDAREMOS RELEGADOS a un papel secundario y no será nuestra mente quien responda (asuma la responsabilidad) del proceso sino la MENTE ARTIFICIAL. Además, ningún conocimiento es realmente valioso si sólo recurrimos a las conclusiones que nos pueda ofrecer una herramienta de análisis: es preciso CONOCER EL PROCESO y RECORRER EXISTENCIALMENTE EL SISTEMA.

Como en tantas otras ocasiones, EL FACTOR HUMANO SIGUE SIENDO DECISIVO a pesar del, al menos, preocupante avance de la Inteligencia Artificial y de la robotización. Una dinámica que puede multiplicar exponencialmente la capacidad de producir, de reducir los precios y de acabar con la sociedad de consumo. Peligrosamente paradójico… Y entrados en terreno que rozan la ética, otras preguntas nos surgen: ¿Realmente queremos perder el control? ¿Queremos dejar de pensar? ¿No se atrofiará nuestra mente?

De acuerdo a todo lo dicho, ¿debemos renunciar a la abundancia de datos o al apoyo de herramientas técnicas que nos faciliten el trabajo? Por supuesto que no. Solo hay que hacer que los datos puestos a disposición de quien toma decisiones, sean muchos o sean pocos, nos aseguremos de que sean DIGERIBLES. Sin olvidar que es conveniente que la digestión la hagamos los seres humanos. O, como mínimo, nosotros también.

Una apostilla final: según un estudio reciente de la Escuela de Negocios IEBS (ver la nota de prensa de RRHH Digital) un 50% de las empresas españolas aún está en una fase incipiente del proceso de transformación digital. Pequeña y “micro” empresa copan ese porcentaje, no tengo ninguna duda.

Emilio Muñoz
Soluciones reales de gestión para la empresa

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