¿QUÉ DEBEMOS TENER EN CUENTA PARA CONSTRUIR UN EXCELENTE EQUIPO DE TRABAJO?

No hay negocio sin EQUIPO HUMANO. No hay negocio que sobreviva sin un buen equipo humano. Más aún, es imprescindible contar con un buen equipo humano que, además, esté bien ORGANIZADO. ¿Qué debemos tener en cuenta para conseguir ambas cosas?

“La manera que vemos el problema
es el problema”

Stephen R. Covey (1932 - 2012)


UN RESUMEN…

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Crear un buen equipo es una labor más que ardua. Yo diría más: es una LABOR ARTESANAL, que requiere de una minuciosidad, cuidado y perseverancia encomiables. Además, el dinamismo de las variables que afectan a este propósito hace que este empeño requiera de una ATENCIÓN CONSTANTE.

He dividido en dos grupos los REQUISITOS que necesitamos tener en cuenta y cuidar. El primero de ellos se refiere a VARIABLES ESTRUCTURALES, de carácter permanente, que sirven de inspiración y guía a la labor que se necesita realizar. El segundo se refiere al puro trabajo de concreción de las VARIABLES OPERATIVAS, relacionadas con la creación, no ya de un buen equipo, sino del BINOMIO “PUESTOS DE TRABAJO – PROFESIONALES”



Elaboración propia


…Y UNAS REFLEXIONES.

En cuanto a las VARIABLES ESTRUCTURALES, necesitamos tener en cuenta:
  1. El PROPÓSITO DEL NEGOCIO. Meta, misión, visión, vocación… Esclarecer el DESTINO y la FINALIDAD que da sentido al proyecto empresarial para que todo el personal aúne esfuerzos en pos de su consecución. No es que deba haber una adhesión del personal, sin más, o una lealtad acrítica, pero es imprescindible que cualquier integrante de la empresa enriquezca el proyecto con su actuación. O, al menos, que no reste.
  2. Los VALORES, o “principios valorados” en palabras de Covey, que definen la CULTURA DE LA EMPRESA y sirven de GUÍA ÉTICA Y ACTITUDINAL DE ACTUACIÓN. Algo que cobra especial relevancia en el caso de las RELACIONES HUMANAS. En este caso, debe tratarse de VALORES COMPARTIDOS para no desconcertar y comprometer las relaciones entre las personas.
  3. La ESTRATEGIA DEL NEGOCIO. Se trata de la APUESTA QUE SE REALIZA PARA GANAR LA PARTIDA COMPETITIVA: SOBREVIVIR Y PROSPERAR. Esa apuesta define claves y acciones de alto alcance que se concretarán en objetivos generales. Estos se irán desmenuzando hasta el nivel de detalle necesario para dar cuerpo al día a día. El personal debe sentirse CÓMODO, ACEPTAR Y, SI ES POSIBLE, ASUMIR la estrategia de la empresa. Nuevamente, lo que no puede ocurrir es que haya personal que actúe de acuerdo a estrategias no establecidas o, directamente, navegue en contra. La sangría de recursos, errores, malentendidos y desconcierto puede afectar gravemente a la productividad, la rentabilidad y la supervivencia del negocio.
En cuanto a las VARIABLES OPERATIVAS, relacionadas con el binomio “puesto de trabajo – profesionales”, debemos tener en cuenta:
  1. El adecuado diseño del “ÁRBOL DE PROCESOS” del negocio. Todos los procesos son importantes si son necesarios, y si no son necesarios no deben establecerse. Este diseño necesita ser actualizado periódicamente para adaptarse a los cambios y a las exigencias que se den en cada momento, tanto de origen interno como externo.
  2. La elección de la ESTRUCTURA ORGANIZATIVA más adecuada. En especial los aspectos relacionados con la asignación de RESPONSABILIDAD, el grado de autonomía en la TOMA DE DECISIONES, las RELACIONES INTERPERSONALES E INTERGRUPALES, y las INSTITUCIONES DE GOBERNANZA. Téngase en cuenta que un inadecuado diseño de la estructura organizativa supone un freno muy serio a la iniciativa, la creatividad y el despliegue del talento.
  3. La correcta definición de los PUESTOS DE TRABAJO que precisan ser cubiertos para atender adecuadamente los procesos de negocio, en su condición de generadores de los servicios externos e internos que deben proveerse. Simultáneamente, se requiere la acertada definición de los PERFILES PROFESIONALES (COMPETENCIAS) de quienes deben ocupar dichos puestos.
  4. La exitosa SELECCIÓN DE LOS COLABORADORES que deben impulsar el proyecto empresarial. No solo participando de la visión del negocio sino, más allá, asumiendo los retos estratégicos y manteniendo un nivel de exigencia crucial para al desempeño, la calidad y la mejora continua. Y no solo teniendo en cuenta sus COMPETENCIAS TÉCNICAS, sino, también, su PERSONALIDAD Y ACTITUDES.


Emilio Muñoz
Soluciones reales de gestión para la empresa

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