EL PROFESIONAL DEL SIGLO XXI: RESPONSABILIDAD Y AUTONOMÍA

Para terminar de describir los nuevos roles organizativos que jugarán las personas en la empresa, me detengo en el PAPEL DEL CONJUNTO DE LOS TRABAJADORES, que también cambiará de una forma muy destacable pero para enriquecer su papel, para mejorar su satisfacción y para incrementar de forma notable la productividad del conjunto de la empresa.

Doy aquí algunas pinceladas sobre el tema.

“Actores somos todos nosotros.
El ciudadano no es aquel que vive en sociedad:
¡Es aquel que la transforma!”

Augusto Boal (1931 – 2009)

UN RESUMEN…
Photo: AP
La adopción de nuevas fórmulas organizativas y la disolución progresiva del papel de lo que hoy conocemos con el nombre de directivo irá parejo a un protagonismo más relevante de cada integrante del equipo humano en la empresa. Ese mayor protagonismo y autonomía tendrá DOS EXIGENCIAS INELUDIBLES para el profesional del siglo XXI: En primer lugar, su TOTAL RESPONSABILIDAD respecto a las funciones que asuma (hacia sus compañeros de equipo, hacia sus clientes y proveedores (internos o externos) y hacia lo que podríamos llamar “su cliente implícito” (el grupo emprendedor del negocio). En segundo lugar, una FLUIDA E INTENSA COORDINACIÓN, COMUNICACIÓN Y CONTRASTACIÓN con todo aquel que la precise sobre la base de una RENOVADA ORGANIZACIÓN DEL PROCESO DE TOMA DE DECISIONES.

…Y UNAS REFLEXIONES.
El centro de gravedad organizativo pasará del consejo de dirección a ÓRGANOS DE GOBIERNO “DESJERARQUIZADOS” y a los EQUIPOS DE TRABAJO: Y dentro de estos, de los directivos a CADA MIEMBRO DEL EQUIPO, sin que por ello deje de haber una o más figuras con alguna FUNCIÓN ORGANIZATIVA Y DE GOBIERNO añadida que precise ser hecha.

Actualmente disponemos de los MEDIOS DE COMUNICACIÓN E INFORMACIÓN (las denominadas TIC) adecuados para erigir nuevos modelos organizativos que se sustenten en el orden pero que vayan más allá del, cada vez más obsoleto, orden jerárquico. Disponemos de suficiente:
  • RAPIDEZ EN LAS COMUNICACIONES (independientemente de donde se encuentren emisores y receptores).
  • TRANSPARENCIA EN EL MOVIMIENTO Y TRATAMIENTO DE DATOS.
  • FLUIDEZ EN LA COORDINACIÓN.
A la vez, el conocimiento se ha democratizado: el ACCESO AL CONOCIMIENTO ESPECIALIZADO se ha facilitado de tal manera entre la población que ya no es el privilegio vedado de unos pocos.

En definitiva, aunque la actividad productiva sea cada día más compleja, es posible irse DESPRENDIENDO DE FÓRMULAS ORGANIZATIVAS RÍGIDAS, como las existentes en muchas empresas actuales, tal vez idóneas en otros tiempos pero que ahora suponen un FRENO A LA PRODUCTIVIDAD del trabajo y a la satisfacción de quien lo realiza.

En los nuevos esquemas de funcionamiento que se irán implantando de forma progresiva en la empresa, más por necesidad que por voluntad (como siempre, por otra parte), podemos encontrar tanto “pros” como “contras” para las personas en la empresa, aunque en mi personal opinión, todo son posibilidades a explorar y explotar.

En primer lugar, ya NO HARÁ FALTA SALVADORES NI JEFES PATERNALISTAS que se sitúen por encima de los demás, y que actúen al son del ordeno y mando. Los títulos ya no serán el signo de un poder innecesario sino que lo será la imagen proyectada por el prestigio surgido del mismo desempeño. Ya NO HABRÁ QUE LUCHAR POR UN TÍTULO Y UNA POSICIÓN DE PRIVILEGIO, no habrá que buscar excusas para elevarse un palmo por encima de los demás, ni habrá justificación para el ejercicio del poder sobre los demás. CADA CUAL SERÁ RESPONSABLE DE SU TRABAJO y, como responsable, “responderá” ante todo aquel que precise de un trabajo bien hecho, empezando por el resto de los miembros del equipo, pasando por proveedores y clientes (internos o externos) y terminando por el grupo emprendedor. Y como responsable de su trabajo, CADA CUAL TOMARÁ SUS PROPIAS DECISIONES, con las únicas condiciones de que dichas decisiones refuercen al resto del grupo (y a la empresa), y de que se tomen en común con todos aquellos que se vean afectados y / o que necesiten implicarse en su ejecución (cuando sea el caso). Como decía antes, ya tenemos la tecnología necesaria para un EXQUISITO “ACOMPASAMIENTO” de nuestras acciones.

Como siempre, HABRÁ UN PRECIO A PAGAR: habrá que servir a una nueva MENTALIDAD y a una nueva ÉTICA, que tomará forma en una nueva CULTURA EMPRESARIAL. Deberá haber un exquisito cuidado de todos aquellos cuyo bienestar laboral dependa del buen hacer propio. Trabajando para uno mismo se trabajará, sobre todo, y a la vez, para el grupo. La VOCACIÓN DE SERVICIO deberá ser plena y la entrega completa. Nadie más que uno mismo responderá de las propias funciones asumidas y de las responsabilidades que se deberá sacar adelante con éxito. La comunicación se convertirá en un deber sagrado en aras a la delicada coordinación que tendrá que darse: transparencia total. La EXPOSICIÓN A LA CRÍTICA (SIEMPRE CONSTRUCTIVA) se convertirá en un requisito que asegure la excelencia en el desempeño y la mejora continua. Ser criticado por los demás será un derecho que se respetará, se agradecerá y se cultivará. Criticar será una obligación de todos. Siempre de forma constructiva, como digo.

En el contexto de la organización empresarial se están ABRIENDO POSIBILIDADES realmente innovadoras y especialmente interesantes, que se consolidarán si la sociedad y el mundo empresarial salva con anchura de miras y generosidad el problema que se va a crear con la asimilación de la automatización de procesos y la robotización. Google es ya un buen ejemplo de ese prometedor futuro del que hablo, tenga o no tenga su esquema organizativo cerrado. Pero Google es uno de los, aún escasos, exponentes del nuevo marco de relaciones en la empresa. Mucho queda por hacer y muchas serán las dificultades, pero se trata de un VIAJE APASIONANTE en el que los primeros en pisar la tierra prometida tendrán su premio.

Emilio Muñoz
Soluciones reales de gestión para la empresa

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