COOPERACIÓN VS COMPETITIVIDAD: EL IMPRESCINDIBLE CAMBIO DE PARADIGMA
(y de la enorme diferencia entre querer ser mejor y querer ser el mejor)

En mi artículo anterior me refería al ambiguo papel que juega la COMPETITIVIDAD, especialmente en entornos en los que se promueve la COOPERACIÓN, como es el caso de la empresa. En este, paso a exponer más concretamente las INCONGRUENCIAS de nuestros planteamientos y como SUPERARLAS.


“Cualquier poder si no se basa en la unión, es débil”

Jean de la Fontaine (1621 – 1695)


UN RESUMEN
La cuestión no reside entre “competir, si” y “competir, no”, sino en CON QUIÉN COMPETIR Y CÓMO. El ser humano tiene un notable INSTINTO DE SUPERVIVENCIA, lo que le ha hecho competir con éxito por los recursos escasos. Además, lo ha hecho procurando CONSERVAR SU ENERGÍA, lo que le ha llevado a buscar la manera de utilizar menos tiempo y desarrollar técnicas y herramientas cada vez más sofisticadas. Es el fruto del instinto de supervivencia, del instinto de superación y del instinto de mejora.

Sin embargo, una misma fórmula exitosa NO TIENE POR QUÉ FUNCIONAR BIEN ETERNAMENTE. Como tantas veces pasa, cuando es llevada al extremo puede empezar a generar efectos secundarios adversos cada vez más relevantes hasta convertirse en el SEMILLERO DE UN FRACASO. Varias sombras bastante serias planean en el horizonte de la humanidad.

PARA PROFUNDIZAR EN EL TEMA…

Sin lugar a dudas, es sano plantearse SER MEJOR (mejorarse a uno mismo). Pero no lo es el planteamiento de SER EL MEJOR (superar a los demás) y menos aún lo es esa avidez irrefrenable con que lo acometemos, justo ahora cuando menos escasez de recursos hay en el mundo. Analicemos esos EFECTOS SECUNDARIOS:
  1. El primer efecto negativo es sobre nuestra propia CALIDAD DE VIDA: hacemos de todo una competición, un enfrentamiento. Ya sea en nuestra vida laboral, en nuestro tiempo de ocio, con nosotros mismos o con nuestros hijos. Hasta en los más mínimos detalles necesitamos sentirnos MEJORES que los demás. A la vez, hay un abandono general del planteamiento SER MEJOR (mejorarse a uno mismo), especialmente desde el punto de vista ético. Nos escuchamos poco a nosotros mismos, nos consultamos poco y nos criticamos poco.
  2. El segundo efecto negativo es el de esta “COOPERACIÓN COMPETITIVA” en nuestras instituciones sociales, como es el caso de la empresa. La teoría nos dice que deberíamos cooperar dentro de la empresa para competir con éxito en el mercado. La realidad es que COMPETIMOS DENTRO Y FUERA DE LA EMPRESA, por lo que se mantiene una constante tensión y conflictividad que merma su productividad o, incluso, que la puede llegar a paralizar. La COOPERACIÓN FORZADA se suele traducir en enfrentamientos, descoordinación y falta de cohesión. Hoy por hoy, la empresa es un sistema complejo extremadamente INESTABLE en lo que se refiere a su estructura humana.
  3. El tercer efecto es la DESEQUILIBRADA DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA, que da lugar a una sociedad desestructurada donde de la frustración y la conflictividad genera un alto coste económico y social. El ESTADO DEL BIENESTAR ha mitigado bastante pero insuficientemente esta situación, y no hay que olvidar que pasa por momentos muy difíciles. Necesita refundarse sobre una mentalidad (cultura) diferente y con una organización también reformada.
  4. Por último, esta desbocada carrera hacia adelante mantiene elevados niveles de violencia en el mundo (con un desorbitante coste humano y económico) y un imparable deterioro del medio ambiente (contaminación y agotamiento de recursos naturales).
¿Cómo afrontar esta situación con un fundado espíritu de superación? Cambiando nuestros planteamientos:
  1. La solución no pasa por paliar las consecuencias de un “estado de las cosas” enormemente errado, sino de FUNDAMENTAR NUESTRA VIDA SOCIAL SOBRE BASES SANAS. La solución no es gastar enormes cantidades de dinero en seguridad, por poner un ejemplo, sino por establecer lo necesario para evitar la inseguridad. Poner parches, al final, sale muy caro (solo basta con no olvidar las lecciones de la historia)
  2. Deberíamos ROMPER CON LA OBSESIÓN DE VIVIR HACIA AFUERA (ser el mejor) para vivir desde dentro (ser mejor) hacia fuera. Debemos RESCATAR NUESTRO CENTRO DE EQUILIBRIO VITAL para trabajar desde nuestro propio ser, totalmente identificados con nuestras aspiraciones y compatibilizado nuestros actos con el respeto al entorno (incluyendo a las personas)
  3. Por lo tanto, deberíamos encontrar FÓRMULAS QUE POTENCIEN LA COOPERACIÓN tanto en la empresa como en el resto de las instituciones sociales que ordenan nuestra convivencia. Esas fórmulas existen y se están poniendo ya en práctica con éxito, aunque sea de forma muy minoritaria. Además, esas fórmulas incluyen la no competencia en el mercado: cooperación a todos los niveles. ¿Imposible en nuestro actual mundo de enormes posibilidades? En absoluto. Lo que debemos hacer es adecuar nuestros análisis y planteamientos.
Si realmente nos paráramos a pensar, detenidamente, en el sentido de nuestra vida y en la calidad de nuestra convivencia, creo que podríamos sentar las bases para poder llevar una vida mejor y socialmente más satisfactoria. Pero hay que salirse del profundo y equivocado surco en el que nos hemos metido y establecer NUEVOS CAMINOS DE PROSPERIDAD, BIENESTAR Y SOLIDARIDAD.

La historia nos demuestra que el éxito material no precisa de la humildad, ni de la buena voluntad, ni de una sana disposición a la cooperación. Sin embargo su ausencia tiene unos costes económicos, sociales y emocionales tremendos. Si estamos pidiendo una ACTITUD DE COOPERACIÓN E IMPLICACIÓN dentro de la empresa, debemos hacerlo desde la humildad, el respeto, el aprecio y la justicia. Justo aquello de lo que más carece actualmente. La empresa también necesita RENOVAR EN PROFUNDIDAD SUS PRINCIPIOS, SUS PROCESOS Y SUS INSTITUCIONES. Olvidarlo también tendrá su precio: tiempo al tiempo…

Insisto una vez más: LA REVOLUCIÓN PENDIENTE ES ÉTICA Y ORGANIZATIVA. Afecta a nuestra mentalidad, a nuestros valores y a nuestros hábitos.

Emilio Muñoz
Soluciones reales de gestión para la empresa

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